Identifican a los sujetos ejecutados en la comunidad San José de la Ordeña, sus cabezas tenían el llamado tiro de gracia y sus cuerpos fueron devorados por animales carroñeros. Se estableció que los asesinaron porque cometieron un robo en una tienda de abarrotes.
De hecho, la Fiscalía General del Estado tiene ya detenido al pistolero que fue contratado por el dueño del negocio saqueado para que matara a los ladrones.
Las identidades de los dos ejecutados no trascendieron públicamente ni tampoco la del sicario detenido.
No obstante, la FGE había dado a conocer que los fallecidos aparentaban una edad de entre 30 a 35 años, aproximadamente, y que murieron, cada quien, de una herida producida por proyectil disparado por arma de fuego penetrante de cráneo.
Sus cuerpos fueron encontrados el viernes 6 de agosto en un predio rústico ubicado al norte de la carretera estatal 55, en la citada comunidad San José de la Ordeña, a la altura del kilómetro 6+950.
Dos hermanas de 16 y 13 años de edad, vecinas de dicha población, descubrieron los cadáveres en el transcurso de la tarde por una terracería, pero como se asustaron no les dijeron nada a sus familiares sino hasta las nueve de la noche, en que se lo comentaron a la comisaria de la comunidad, Elvira, que por su parte dio aviso a las autoridades.
Uno de los hombres era de complexión media, estaba rapado y vestía chamarra en color negro y pantalón de mezclilla.
El otro era de complexión delgada y vestía chaleco negro con vivos en colores naranja, blanco y azul así como un pants negro, además de que calzaba tenis negros.
Este hombre tenía la cabeza desprendida del resto del cuerpo, misma que fue encontrada a unos metros de distancia así como cabello.
Se estableció que los dos hombres tenían más de 4 días de haber fallecido y que sus cadáveres habían sido devorados por animales carroñeros.
Al realizar las pesquisas del caso, agentes del Grupo Homicidios de la Policía de Investigación lograron identificar a los dos hombres y establecieron que ambos cometieron un robo en una tienda de abarrotes en un fraccionamiento de la ciudad capital.
Por tal motivo, el dueño del negocio, en vez de denunciarlos penalmente, contrató a un sicario y vendedor de drogas del mismo fraccionamiento y le pagó para que ejecutara a los dos sujetos, por lo que así lo hizo.
El pistolero los mató, a cada uno, de un balazo en la cabeza y dejó sus cuerpos en San José de la Ordeña.
Los agentes investigadores localizaron y detuvieron al sicario, que quedó a disposición del Ministerio Público acusado por el doble homicidio.