Chilpancingo.- Presuntos miembros del crimen organizado asesinaron a seis policías e hirieron a otros cinco durante una emboscada en una carretera del sur de Guerrero.
Los oficiales realizaban acciones de prevención de delito en la carretera El Gavilán-San Gregorio del municipio de Tetipac, cerca de la frontera estatal con Estado de México y Morelos, cuando “civiles armados atacaron a los uniformados”, explicó el comunicado oficial.
Los primeros informes señalan como sospechoso a “un grupo delictivo que opera en la zona”, liderado por Roberto Carlos, conocido como el Pelón, a quien se le vincula con el grupo Guerreros Unidos, una escisión del cártel de La Familia Michoacana.
“Las autoridades condenan la artera agresión en contra de los policías estatales. Ante estos hechos se ha implementado un operativo con la participación de corporaciones estatal y federales para la localización de los probables responsables”, indicó el reporte.
En las primeras investigaciones, la Fiscalía General del Estado ha encontrado casquillos de AK-47 y de AR-15.
En otro comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado lamentó el ataque, al señalar que había ocurrido en la zona cercana al municipio de Taxco.
“En este momento la prioridad de la SSP es la atención y cuidado de los cinco oficiales lesionados en ese hecho”, afirmó.
Los hechos en Guerrero culminan un fin de semana marcado por la violencia en México.
Se suman al hallazgo de al menos 10 cadáveres con signos de violencia abandonados en la carretera de Caborca, en el norte de Sonora, estado fronterizo con Arizona, donde la policía estatal realizó patrullajes en los que aseguró dos vehículos blindados y armas de fuego.
También se añade al operativo anticrimen que culiminó en el arresto de 29 presuntos miembros del Cártel de Santa Rosa de Lima, incluyendo la madre y la hermana del líder, José Antonio Yépez, conocido como el Marro.
En represalia, delincuentes realizaron este sábado incendios y tiroteos en al menos 14 de los 46 municipios del central estado de Guanajuato, como en Salamanca, Cortázar, Juventino Rosas y Celaya, que resultó el más afectado.
Estos hechos reflejan que la violencia no se ha detenido en México pese a la emergencia sanitaria causada por la pandemia de la COVID-19.
Con 3.000 asesinatos, marzo fue el mes más violento del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien asumió la Presidencia de México en diciembre de 2019.
El viernes pasado, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana reconoció que en mayo hubo 2.913 homicidios, solo 13 menos que en abril.