Con el “relajo” que se traen en los gobiernos y en las instituciones de salud con el tema de los medicamentos, los más afectados son los pacientes oncológicos y los enfermos renales principalmente, debido a que los tratamientos cuestan un ojo de la cara que no cualquier familia puede solventar, por lo que lamentablemente el problema de salud sigue avanzando en los pacientes.
Así como hay medicinas para controlar y combatir el cáncer que cuestan tres mil, cinco mil o 10 mil pesos la caja, hay otros como el Keytruda que cuesta 80 mil pesos la caja o el Tangriso que tiene un precio de 150 mil pesos, explicó un oncólogo al referirse a lo que tienen que desembolsar las familias para atender al familiar afectado por alguno de los muchos tipos de cáncer que existen.
“En las condiciones con las que se trabaja en los hospitales públicos, donde se tienen problemas con algunos medicamentos oncológicos por la política fallida de las compras, el cáncer se convierte también en un lastre para las familias que se ven obligadas a buscar y comprar las medicinas por fuera, debido a los precios exagerados que manejan los laboratorios que se están aprovechando de la situación”, subrayó.
Por su parte y luego de señalar que no en todas las farmacias, incluyendo las de cadena, se maneja la venta de los medicamentos de alta especialidad como los del cáncer, puesto que por su precio es poca la demanda que llegan a tener, porque por como está la economía de las familias no cualquiera puede adquirirlas, el presidente de la Unión de Propietarios de Farmacias de Aguascalientes, Alfonso Contreras, aseguró que aunque en términos generales todos las fórmulas medicinales suben de precio, el golpe más fuerte y letal se está asestando en el caso de las llamadas de especialidad, empezando por las que se utilizan para combatir el cáncer.
Tan sólo uno de los fármacos que resulta ser indispensable para tratar el cáncer de pulmón cuesta 10 mil pesos el frasco, pero también hay medicamentos oncológicos que se utilizan para los nuevos tratamientos (inmunoterapia) y cuyo precio llega hasta los 150 mil pesos, por lo que el cáncer se ha convertido, por el lado que se le vea, en una enfermedad catastrófica y devastadora, tanto para los enfermos como para sus familias.
El problema del desabasto de los medicamentos también afecta a otros pacientes, como a los enfermos renales y los trasplantados, toda vez que ellos también se ven obligados a conseguir por su cuenta los tratamientos que necesitan para sobrellevar su enfermedad e incluso para recibir sus sesiones de hemodiálisis, que aunque en muchos casos se subrogan por las instituciones, no dejan de cubrirse a precios elevados.
