Mujer da testimonio de lo que vivió luego de dejar atrás la violencia a manos de su expareja; ella acudió a la asociación Mujer Contemporánea, donde le brindaron refugio para resguardar su propia vida y la de sus hijos, quienes juntos tuvieron un nuevo comienzo. Afortunadamente, decidió terminar la lastimosa realidad que vivió en lo que creyó su hogar.
Anónimamente, la víctima de violencia indicó que ha sido un gran ir y venir de circunstancias y emociones, pero desde que decidió no tolerar más maltrato, su forma de ver la vida ha ido cambiando, se le han abierto muchas puertas, así que compartió parte de su proceso: “Yo estuve en refugio dos meses, el promedio son tres meses, pero salí antes. La forma en que llegué aquí fue porque ingresé por parte del municipio capital, escribimos un mensaje por Facebook y se comunicaron conmigo. Mi ex me corrió de la casa, era el tiempo de lluvias, yo vivía violencia con amenazas, de que él me corriera a las 3:00 de la mañana. No tenía a dónde ir y salir, tenía miedo de sobrevivir sola. Tengo dos hijos: una niña de 11 y un jovencito de 14 años”.
Explicó que la violencia en su entorno fue aumentando a lo largo de cinco años: “En un inicio sentí que me quería, mi pareja comenzó con celos, pensé que era así porque me quería. Después me di cuenta de que fue peor, que fue creciendo su abuso. Llegó el momento en que él hacía cosas que no tenían por qué pasar, se justificada diciendo que era hombre. Si yo seguí con mi expareja fue porque se confunde el miedo con el amor, pero lamentablemente hay que ser más fuertes y pese a esto no hay que tener miedo”.
En este testimonio destacó que la violencia llegó a sus hijos: “Yo le aguanté mucho, pero los malos tratos fueron en incremento, le pegaba a mis niños a escondidas para vengarse. Durante esta situación mi familia me dio la espalda, pero ya aprendí a estar sola”.
La entrevistada refirió que ella además vivió depresión, pero poco a poco se va superando al ir sanando con el tiempo.
Acerca de la convivencia en el refugio, la mujer declaró que es una atención adecuada y que ahí se sintió protegida, acompañada, durante este tiempo difícil, donde poco a poco va saliendo adelante.
Pese a esta experiencia de violencia, la afectada, con ayuda de la asociación, fue adquiriendo herramientas para tomar el control de su vida, luego recibió tratamiento psicológico y apoyo de especialistas en Mujer Contemporánea, por lo que hizo un llamado a otras mujeres que puedan estar viviendo la misma situación, a que no se queden calladas, sepan que el silencio tampoco las protege, primero pidan apoyo a las instituciones.
“Las cicatrices más fuertes van en lo psicológico, porque las marcas de los golpes se me han borrado, pero los insultos te tumban, ¿por qué lo hacen? Pues quieren obtener el poder”.
Finalmente, en entrevista recalcó que en general el sistema policial debería tomar medidas para mejorar la atención de mujeres víctimas de violencia.