Médicos del IMSS en Aguascalientes realizaron una neurocirugía de alta complejidad, la cual únicamente la practican en hospitales de tercer nivel de atención, sobre todo en países del primer mundo, logrando salvar la vida a una niña de cuatro años de edad tras presentar estado epiléptico.
La neurocirugía duró 10 horas y consistió en desconectar la parte del cerebro que presenta convulsiones, con el propósito de detenerlas, evitar el avance de los daños neurológicos y los riesgos de muerte.
Las crisis epilépticas continuas impedían a la pequeña respirar y ponían en riesgo su vida, por lo que a su llegada al Hospital General de Zona Nº 3 personal de Urgencias, Neurología, Terapia Intensiva Pediátrica, Anestesiología y Enfermería coordinó labores para estabilizar a la pequeña y frenar los daños neurológicos derivados de las crisis epilépticas continuas.
Como parte del procedimiento la menor fue sometida a una traqueostomía, de manera que se le colocó un tubo en la garganta para que pudiera respirar, al tiempo que se le realizó una gastrostomía, que consiste en la colocación una sonda en el estómago para alimentarla.
La neuróloga pediatra Jessica Deloya Saldaña explicó que tras realizar múltiples estudios de diagnóstico se aplicaron diversos tratamientos para el manejo de encefalitis autoinmune.
En los estudios intervinieron los servicios de Neurología Pediátrica, Pediatría, Terapia Intensiva, Neuroimagen y Electrofisiología.
Ante la persistencia de la epilepsia parcial continua, un equipo multidisciplinario de especialistas decidió realizar un procedimiento neuroquirúrgico de alta resolución para epilepsia de difícil control (refractaria), denominada hemisferectomía funcional periinsular.
El neurocirujano que realizó la hemisferectomía, Aurelio López Morales, explicó que la paciente respondió de manera favorable al procedimiento, tras el cual se mantuvo en observación sin la aparición de nuevos ataques epilépticos.
Luego de la cirugía y aún en su cama de hospital, la pequeña Valeria recibió de manera regular a terapistas del servicio de Rehabilitación Física, que de manera inmediata iniciaron ejercicios encaminados a la recuperación gradual de las facultades cognitivas, motrices y de habla, afectadas por las crisis epilépticas.
Al día de hoy, la pequeña Valeria “N” se encuentra en casa, interactúa con las personas de su entorno, se comunica, dibuja, juega y respira por sí misma.
Gracias a la capacidad del cerebro para reconectarse (plasticidad), Valeria tiene altas probabilidades de tener, gradualmente, una buena calidad de vida, explicó la jefa de Pediatría del HGZ N° 3, la neuróloga Lucila González García.
