La mayoría de los industriales de la tortilla no podrán absorber el que será el segundo aumento del año a la harina y el maíz, por lo que es un hecho que en febrero encarecería entre uno y dos pesos el kilogramo de las tortillas, para ofertarse al público entre los 18 y los 20 pesos, adelantó Héctor Pérez Santillán, dirigente del sector.
Sostuvo que los comerciantes del ramo ya fueron avisados que aumentará la tonelada de la harina de maíz en 950 pesos y la de maíz en otros 500 pesos, “lo que hará que casi en automático la mayoría de los comerciantes actualicen el precio de la tortilla, porque de otra manera estarán condenados a cerrar porque se irían directamente a la quiebra”.
Sin lugar a dudas que sí habrá algunos industriales que no aumenten el precio de la tortilla porque tienen suficiente harina y maíz en sus bodegas, pero en cuanto se les termine tendrán que comprar ya con los precios de los insumos aumentados y entonces se verán obligados a homologar el precio con los del mercado, ya que de otra manera no recuperarán ni siquiera el costo de producción.
Luego de señalar que no sólo la harina y el maíz, sino también la energía eléctrica han encarecido de manera importante afectando al sector, Héctor Pérez dijo que el aumento al precio de la tortilla es prácticamente un hecho y “no porque se quisiera que aumentara el precio de la tortilla, sino porque se hará necesario hacerlo, porque será eso o cerrar, ya que nadie puede elaborar tortilla cara y vender por debajo del costo de producción”.
En estos momentos, añadió, en algunas tortillerías todavía se puede encontrar producto desde los 16 o 17 pesos y en las tiendas u otros establecimientos con venta de ese alimento se ofrece en los 18 y 19 pesos por la comisión que se llevan los abarroteros, pero ahora con el ajuste que se aplicaría en febrero el costo del kilo de la tortilla estaría llegando hasta los 20 pesos en los mismos establecimientos donde se elabora ese producto de consumo ordinario por el grueso de las familias.
Sostuvo que el aumento proyectado al precio de la tortilla se podría eludir en caso de que hubiera un subsidio por parte del Gobierno para paliar el alza en los insumos.