La orden para la reapertura del Estadio Victoria para el juego de futbol entre Necaxa y San Luis del próximo viernes llegó “desde arriba” de Gobierno del Estado, por los compromisos que se tienen con los directivos del equipo local.
En esta ocasión la respuesta a la solicitud para que se permitiera el ingreso controlado de los aficionados al escenario deportivo no se generó desde las áreas de Epidemiología, Salud y tampoco de Regulación Sanitaria, sino directamente de la oficina del titular del Ejecutivo a través de la Secretaría General de Gobierno.
Fuentes del propio Instituto de Servicios de Salud del Estado señalaron que a diferencia de lo que ocurrió en el torneo pasado en que se autorizó el ingreso de los aficionados a las gradas del Victoria, cuando entonces se presentó la solicitud respectiva, en esta ocasión la respuesta fue inmediata al considerar que “la pandemia está entrando en una fase de control en Aguascalientes”.
En esta ocasión no se tomó en cuenta el nivel de riesgo epidemiológico y tampoco se les requirió a los directivos del Necaxa la presentación anticipada del protocolo sanitario que estarían aplicando para llevar el control que se requiere en estos casos, por lo que la autoridad sanitaria hará presencia meramente testimonial el día del juego, ya que no habrá un operativo especial en los accesos que se habilitarán para la entrada de las personas que acudirán a presenciar el juego de futbol.
Aunque solo se permitirá el ingreso de aficionados de hasta el 30% del aforo del estadio de Necaxa, el problema no será que entren 5 mil ó 6 mil personas, “que quizá ni siquiera se llegue a esa cantidad porque se trata de un juego poco atractivo”, sino el riesgo que se puedan presentar brotes de contagios entre la gente, que es lo que no toman en cuenta las autoridades que autorizaron vía fast track la presencia de gente en el inmueble.