En el segundo día de confinamiento, mercados y tianguis continúan siendo punto de encuentro y foco rojo de contagios, pasando a letra muerta el decreto establecido por el gobernador Martín Orozco Sandoval.
Tal es el caso del Mercado Bonanza, ubicado al sur de la ciudad, donde locatarios hicieron caso omiso abriendo las tiendas de ropa, cosméticos, estéticas y los negocios de comida permitieron que sus comensales se sentaran a degustar sus alimentos en el lugar, cuando se estipuló que sólo sería para llevar y que podrían abrir aquellos negocios de productos básicos y farmacéuticos.
Por otra parte, en un recorrido por el tianguis del Fraccionamiento José López Portillo (La Barranca), se pudo observar gran afluencia de gente, desde adultos hasta menores de edad, a pesar de que los puestos se redujeron a aquellos que ofrecieron frutas, verduras y canasta básica.
Andrés Ribera, quien tiene más de 30 años trabajando como tianguista, mencionó que sólo se permitió la instalación de cien puestos de los trescientos que normalmente operan, lo que representan pérdidas de hasta un 50%, pues son varios meses que vienen arrastrando, pero es la misma gente quien los afecta, pues no ponen de su parte y a ellos los clausuran. Además, trabajan con todas las medidas e incluso sanitizan sus espacios, pues también quieren que ya todo vuelva a la normalidad.