Aguascalientes.- Traen en jaque fiestas clandestinas a los vecinos del Guadalupe Peralta, donde circulan de todas las sustancias, como el foco.
Padres de familia se preocupan por sus morros de que no sean captados, pues trabajan y traen lana para caer en el vicio.
Los de tienditas ya saben que cuando compran sus saborizantes de agua al por mayor es para prevenirse con sus aguas locas, ya que les revuelven un mezcal barato y les rinde para embriagar a mucha banda, donde se juntan morrillos desde los 14 años, que se ponen hasta las chanclas y que pasan la noche en estas reuniones, que organizan con todo los fines de semana.
Lo gacho de estas reuniones clandestinas es que se den un pasón de más y ahí se queden, pues en esas condiciones nadie los puede ayudar.
