Aguascalientes.- Responsable de una descendencia de más de un centenar de personas, alegre, ocurrente, siempre leyendo el periódico, escuchando las noticias en la radio o viendo alguna película, manteniendo informada a su familia, él es don Trino, abuelito de 100 años cumplidos en plena lucidez y entereza.
Llegar a los cien, no cualquiera, y Trino Quezada lo hace de la mejor manera, al lado de su familia, con la que a diario comparte sus historias, haciendo más llevadera la cuarentena.
Su deporte favorito es el beisbol, 100% rielero de corazón, aunque no le hace el feo al fut ni al basquet.
Platicar con él es una grata experiencia, es una chulada de persona, señala su nieto Ricardo Quezada, quien dice sentirse orgulloso de ser su nieto y aprender tanto de él.
Como si fuera ayer, don Trino comparte con los suyos las anécdotas de su juventud.
Actualmente es vecino del fraccionamiento Pilar Blanco, pero gran parte de su vida vivió en el Barrio de la Purísima, dedicado al comercio en el mercado Reforma hasta los 80 años, cuando se jubiló, y a los 82 quedó viudo.
Nació en Mexticacán, Jalisco; tuvo un hermano gemelo (que falleció a los 94 años), se fue a vivir a Nochistlán, Zacatecas, en donde se casó con Eulalia Hinojosa Ruiz, con quien tuvo 13 hijos: nueve hombres, cuatro mujeres.
Trabajó un tiempo en Estados Unidos en la pisca de algodón en Michigan; iba y venía.
Hijo de Santiago Quezada y Juana Rodríguez, desde jovencito ha tenido buena mano sembrando, incluso hace pocos años en su casa, lo que sembraba en maceta se le daba en grande.
Actualmente cuenta con más de 100 descendientes directos, comenzando por sus 13 hijos, alrededor de 60 nietos, una veintena de bisnietos, cerca de 10 tataranietos y además todas las esposas y esposos de sus descendientes.
La familia directa de don Trino habita, en su mayoría, en Aguascalientes, quienes le rindieron homenaje al cumplir sus cien años justo en estos tiempos de la pandemia de Covid-19, en los que más que nunca hay que cuidar y valorar a los abuelitos.