La prometida regularización de los autos “chocolate” es una amenaza para la economía, el medio ambiente y para los empleos, advirtieron la AMDA y la Coparmex ante la nueva promesa del presidente AMLO de regularizar las unidades extranjeras, lo que podría provocar una caída del 39% en las ventas de vehículos nuevos en el mercado nacional.
Ese tipo de medidas son desalentadoras para la economía y el estado de derecho, debido a que regularizar los autos ilegales implicaría legalizar el contrabando y fomentar la competencia desleal en una industria estratégica para México y gravemente afectada por la pandemia, como la automotriz.
La Coparmex analizó el impacto devastador de una medida como esa y coincidió con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), que estima que podría implicar una caída del 39% en las ventas del mercado nacional.
Sin duda, la medida sería un duro golpe al sector automotriz, uno de los más afectados por la pandemia, ya que la competencia desleal que representa la regularización de los autos “chocolate” atentaría gravemente contra la recuperación de un sector clave para el país.
Ante los riesgos que se anticipan, la Coparmex sostuvo que el planteamiento hecho para regularizar los autos “chocolate” es un premio a la ilegalidad, un atentado contra uno de los sectores claves de la economía, ya que la industria automotriz representa cerca del 20% del PIB manufacturero nacional.
“Coincidimos con la buena intención de apoyar a quienes menos tienen y quienes demandan alternativas para su movilidad, particularmente en las entidades de la frontera norte, pero no respaldamos medidas que distorsionen la economía, provoquen la pérdida de empleos, deterioren la confianza en la inversión y la recaudación de impuestos, afecten el medio ambiente y, sobre todo, pongan en riesgo la vida de los usuarios de autos y a terceros”, refiere el posicionamiento del Sindicato Patronal.
La regularización de los vehículos que se encuentran en calidad de contrabando sería un duro golpe a la economía y aumentaría la obsolescencia automotriz; por lo tanto, México no debe ser el basurero automotriz de ningún país, sentenció.
Hoy en día importar un vehículo usado es factible de acuerdo con el Decreto emitido por la presente Administración, por el que se regula la importación definitiva de vehículos usados, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de diciembre de 2020.
Quien cumpla lo estipulado puede legalmente introducir un auto a México; el problema radica en la introducción ilegal, que es un delito por medio del cual se benefician organizaciones criminales, grupos que promueven la corrupción e incluso la comisión de otros delitos mediante el uso de esos autos, además de representar un acto de evasión fiscal.