Aguascalientes ocupa la posición número 11 en el Índice de Paz en México, el cual es el resultado del comportamiento de la incidencia de homicidios, los delitos con violencia, delitos cometidos con armas de fuego, crímenes de la delincuencia organizada y cárcel sin sentencia.
Del 2019 al 2020 el Estado cayó un peldaño; tras ubicarse en la posición número 10, siendo parte del top ten de entidades con mejor índice de paz, cayó a la posición número 11.
Su calificación actual es de 2.197, cuando una calificación más baja indica un mayor nivel de paz, de tal manera que por ejemplo en Yucatán la calificación es de 1.318.
El mayor índice de paz en México se presenta en Yucatán, le sigue Tlaxcala, Chiapas, Campeche, Nayarit, Hidalgo, Coahuila, Puebla, Durango y Veracruz.
Por lo tanto, Aguascalientes está 10 posiciones abajo de ser la ciudad con mayor paz y tranquilidad del país.
Aguascalientes tampoco aparece entre los cinco estados que más mejoraron, pues estos son Quintana Roo, Ciudad de México, Guerrero, Tabasco y Campeche, pero tampoco forma parte de los que más empeoraron, estos son Zacatecas, San Luis Potosí, Sonora, Guanajuato y Michoacán.
A nivel nacional, de acuerdo a los resultados del 2020, la paz en México mejoró en un 3.5% luego de cuatro años de deterioro sucesivo.
Esto estuvo impulsado por mejoras en cuatro de los cinco indicadores, lideradas por una disminución del 9.2% en la calificación de delitos con violencia.
Las mejoras registradas en 2020 son significativas, ya que muestran una leve mejora luego de los fuertes aumentos de violencia registrados entre 2015 y 2018. En los últimos dos años, la violencia en México se ha concentrado cada vez más en estados específicos.
La tasa de delitos con violencia mejoró significativamente después de marzo de 2020, ya que las personas pasaron más tiempo en casa debido a la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, la paz en México ha disminuido en un 18.8% en los últimos seis años. El deterioro se debió principalmente a un aumento del 84% en la tasa nacional de homicidios, que pasó de 15.1 muertes por cada 100,000 habitantes en 2015 a 27.8 en 2020.