El rechazo de las autoridades al incremento de las tarifas de camiones urbanos es un alivio para el sector obrero, ya que su desgastado bolsillo no habría resistido ni un solo peso más de aumento.
La posibilidad de aumento, sobre todo en las dimensiones planteadas por los empresarios del transporte público urbano, desató la preocupación de sus principales usuarios, afortunadamente ya no tendrán que preocuparse más por ello, al menos no de manera inmediata, pues realmente les quitaba el sueño tener que pagar tarifas de 16 pesos, ya que a duras penas les alcanza para pagar $9.50.
De igual manera se espera que no se registren más aumentos, tanto en otros servicios como en productos, porque la situación económica que enfrentan las familias es realmente delicada, señaló el dirigente del sindicato automotriz, Rogelio Padilla de León.
“Afortunadamente no se autorizó el aumento, pues las tarifas actuales de por sí ya representan una excesiva carga económica porque hay familias que dependen exclusivamente de esta modalidad de transporte para moverse”, manifestó.
Si en adelante insisten en un aumento, primero deberán mejorar el servicio, ya que actualmente cuenta con muchas deficiencias.
El dirigente sindical reconoció que el incremento en los combustibles le ha pegado muy fuerte al sector transportista, pero aseguró que los usuarios no están en condiciones de pagar más por el uso de los camiones urbanos.
Por lo tanto se espera que los sectores sean solidarios con la clase trabajadora y que en todo el año no se autorice ninguna clase de aumento, ni en los camiones ni en los taxis, así como en otros servicios como el agua y la luz, los cuales ya de por sí representan una carga muy pesada para el bolsillo de los trabajadores.
“El resto del año seguirá siendo muy complicado, por lo que se requieren equilibrios para no afectar más a las familias”, agregó el dirigente sindical al aplaudir que no prosperó la pretendida alza en las tarifas de camiones urbanos.