La enfermedad renal está pegando con todo en Aguascalientes, pues de acuerdo a los registros oficiales hay no menos de 170 mil personas de todas las edades que padecen alguna enfermedad del riñón y que requieren desde tratamiento especializado, diálisis, hemodiálisis y hasta trasplante para mejorar su calidad de vida o incluso salvarla.
Con motivo del Día Mundial del Riñón que se conmemoró el 11 de marzo pasado, el nefrólogo Juan Manuel Arreola Guerra, jefe de Investigación del Hospital Hidalgo, reveló que, localmente, cuando mucho sólo 1,800 pacientes renales reciben terapias sustitutivas de diálisis o hemodiálisis en las unidades especializadas o en los hospitales públicos o privados, mientras que la gran mayoría sobrelleva el problema de salud con tratamiento farmacológico y un número importante de personas está a la espera de un trasplante.
Luego de señalar que son diversos los factores que detonan o inciden para el desarrollo de los problemas de riñón y de otras afecciones renales más severas, el especialista explicó que se trata de una enfermedad crónica-degenerativa que impacta significativamente en la calidad de vida de los pacientes y de la cual no se ha definido un factor único o exclusivo que la provoque.
El doctor Arreola urgió a la población en general a seguir las ocho reglas de oro para mantener el riñón en óptimas condiciones, que son: hacer actividad física, mantener niveles adecuados de la glucosa, monitorear la presión arterial, tener hábitos alimenticios saludables, consumir suficientes líquidos, no fumar, no medicarse y en caso de sospecha, revisar junto con el especialista posibles daños renales.
Explicó que los riñones son el filtro del organismo que elimina las toxinas que ingerimos, si este filtro no funciona o se obstruye, dijo, esa depuración no se realiza de forma adecuada y las toxinas se quedan en la sangre con efectos dañinos para el cuerpo, y predispone a la persona a sufrir infartos de miocardio o accidentes cerebro-vasculares.
El médico especialista insistió en la necesidad de hacer mayor conciencia de los cuidados a seguir para prevenir cualquier daño al riñón y reducir el impacto económico, social, familiar y a la salud que genera la insuficiencia renal.
