Ayer se reanudó en los centros de carburación la venta de gas natural para vehículos, aunque se hizo con algunas restricciones que favorecieron las compras de pánico, principalmente por parte de taxistas y choferes de combis que utilizan ese combustible.
Luego que desde el pasado martes se suspendió el servicio en todas las estaciones de gas natural de Aguascalientes a consecuencia del desabasto generado por las nevadas registradas en el norte de México y Estados Unidos, a temprana hora de ayer fueron reabiertos los expendios, donde se presentaron filas kilométricas de desesperados transportistas que de manera infructuosa pretendían que se les llenaran los tanques de gas, pues la venta del combustible fue regulada y restringida.
Las estaciones de servicio que reabrieron lo hicieron con ventas reguladas de gas natural, por lo que en varias de ellas no dejaron de presentarse filas kilométricas sobre todo de taxistas y de choferes de combis que de manera desesperada buscaban que se les atendiera para poder reanudar también ellos la operación de sus unidades.
Los centros de carburación enfocados a la comercialización del gas natural notificaron a los clientes que mientras no se regularice el abasto del combustible se mantendrá la misma dinámica de restricción en cuanto al número de cargas y de litros por cada solicitante del producto.
En ese sentido, en las mismas estaciones de servicio con venta exclusiva de gas natural se colocaron a la vista cartelones donde se avisaba que mientras no se cuente con producto suficiente sólo se seguirán realizando un máximo de 170 cargas y la venta de no más de 15 litros de gas por cliente, lo que generó malestar entre los choferes que llegaron a cargar el combustible debido a que muchos de ellos pretendían que se les saturaran los tanques de sus vehículos.
Las empresas comercializadoras del gas natural advirtieron que la venta restringida del combustible se mantendrá por tiempo indefinido, en virtud de que siguen los problemas con las importaciones por los estragos generados por el fenómeno meteorológico extremo que azotó a Texas.