El riesgo de que se llegue al colapso en los hospitales y de que se decida incluso atender por los médicos en sus mismos domicilios a las personas infectadas de Covid-19 es inminente, debido a que se está extendiendo la permanencia hospitalaria de los enfermos y porque se espera para el corto plazo una nueva oleada de contagios por el relajamiento social de las últimas semanas.
Lo que sucede es que los pacientes hospitalizados e inclusive los intubados están pasando tiempos más prolongados y eso hace que la disponibilidad de camas se complique, pero también que los profesionales de la salud que están al tanto de su estado estén batallando más por el problema del agotamiento por lo pesado de su labor, manifestaron médicos y autoridades al referirse a la situación que prevalece en los hospitales y lo que se espera con la pandemia.
El confinamiento previo a la temporada de festejos ayudó a bajar la incidencia de contagios y la demanda de camas en los hospitales, además que también creció la disponibilidad de camas en algunas instituciones, pero lo que ahora se está reportando en los hospitales es la prolongación de la estancia hospitalaria de los pacientes infectados.
Se tiene un reporte del director de Hospitales del ISSEA que inquieta a las autoridades, pues “refiere que la permanencia hospitalaria de los pacientes intubados se está incrementando mucho, pues en muchos de los casos duran 4 semanas o más, lo que resulta ser también más desgastante para el personal médico”, señaló el secretario general de Gobierno, Juan Manuel Flores Femat.
A su vez, los médicos y las mismas autoridades reconocen que la situación en los hospitales se podría complicar y llegar incluso al colapso debido a que se espera que en una o dos semanas más comiencen a presentarse las consecuencias de los festejos de la temporada navideña que provocó el relajamiento social y el aumento en la movilidad de la población, sin que en muchos de los casos la gente siguiera las medidas para evitar el riesgo de los contagios.
Este hecho, se reconoció, podría disparar de manera exponencial la demanda de camas en los hospitales y por la permanencia prolongada que están teniendo los pacientes, pues al prolongarse la permanencia de los de pacientes hospitalizados se reduce la posibilidad de la disponibilidad de camas y se tienen problemas para los ingresos de las personas que necesitan del servicio.
