Tras legalización de la marihuana, en Aguascalientes la Iglesia Católica advierte que su consumo es pecado, al igual que lo es emborracharse.
Una cosa es la legislación y otra los daños que se puede provocar a la salud, por lo que es obligación y responsabilidad de toda persona cuidar su cuerpo.
Por lo tanto, siempre que se atente contra la vida, se incurre en una situación muy grave en todos los aspectos, manifestó el vocero del Obispado, Rogelio Pedroza, quien hizo un llamado a la comunidad a trabajar por una educación sana, en los valores y una nueva forma de analizar las situaciones en bien de una comunidad más grande que un pequeño grupo.
El sacerdotes dijo que la Iglesia siempre pensará en el bien común y en el fomento de los valores humanos y el bien común.
Por su parte, los gobernantes están obligados a velar por el bien común y por lo tanto se deben de cuestionar si lo que se legisla abona precisamente al bien común o a bienes particulares.
En el caso en particular de los legisladores, tienen un deber muy grande, de manera que con sus acciones deben de responder a las necesidades de una comunidad y no a los partidos políticos.
‘’Le pedimos a Dios que los ilumine para que busquen el bien común y no el particular’’, manifestó, al resaltar que la legalización de la marihuana implica un gran reto para los educadores, para los padres de familia y para la comunidad, quienes deberán ver con toda claridad los alcances y los límites de la legislación.
