Se viven momentos de cambios en la economía mexicana, en donde en muchos casos están sucediendo fenómenos bastante particulares, todos ellos en virtud de la crisis económica imperante que se desató desde marzo del 2020 por la propagación del coronavirus. Si bien su situación no es crítica, sí muchas entidades bancarias informaron al Banco de México algunas cuestiones que atraviesan, puntualmente en materia de otorgamiento de créditos tanto a particulares como a empresas.
Por ejemplo, se pudo ver por parte de los bancos más grandes, que tuvieron menos otorgamiento de créditos destinados a grandes empresas, como así también los otorgados a particulares en la modalidad de personales, es decir, los que tienen libre disponibilidad del dinero. Pero al mismo tiempo que sucedió esto, vieron los bancos que mayor cantidad de clientes tienen, que aumentó de manera exponencial los créditos a pequeñas y medianas empresas (cada vez más consultada en los bancos la cuestión de poder acceder a un crédito para PYMEs acorde a la crisis, para así poder financiar capital de trabajo y afrontar de manera inmediata sus obligaciones corrientes) y también otros financiamientos como son los de nómina, tarjetas de crédito, entre otros.
Por otro lado están los bancos más pequeños, que a su vez tienen una gran importancia en la economía mexicana, debido a que muchas veces trabajan regionalmente. Estas entidades pudieron ver que disminuyó casi de manera abrupta la solicitud de créditos para compra o construcción de vivienda, y que los créditos de nómina tuvieron más pedidos. Mientras que uno bajó en solicitudes y otro escaló en ellas, otros créditos como son los destinados a PYMES, grandes empresas, compra de autos o personales, se mantuvieron medianamente estables.
Unas 42 instituciones financieras fueron las que respondieron a la autoridad monetaria más importante del país cuando realizó la Encuesta sobre Condiciones Generales y/o Estándares en el Mercado de Crédito Bancario. Este estudio, que duró aproximadamente 15 días, se llevó a cabo durante el trimestre que va desde el mes de julio hasta septiembre del 2020. Ahora bien, las expectativas están puestas en lo que va a suceder en el cuarto trimestre del corriente año: bancos chicos esperan que aumenten las solicitudes de todos los créditos, mientras que los bancos grandes aguardan que incrementen pedidos de créditos a empresas grandes, hipotecarios y también los que son con tarjeta de crédito.
Un detalle más que importante es que prácticamente la mitad de los bancos, agrupando tanto a grandes como a chicos, indicaron en dicha Encuesta, que las líneas de crédito (sumas que se otorgaron), fueron un poco más reducidas, puntualmente en los préstamos que son de consumo y los destinados a las grandes empresas. Con respecto a este último punto, sólo 1 de cada 6 bancos grandes indicaron que pudieron ofrecer líneas de crédito más altas que las tradicionales. Suma importancia tiene el financiamiento de los propios bancos, que luego son volcados esos recursos a los usuarios, por lo que destacaron las instituciones consultadas que pudieron en este tiempo tener fondos por parte de deudas bursátiles, depósitos de privados, entre otras opciones.
Para finales del 2020 casi todas las entidades financieras coinciden en que van a poder tener una mejora en cada uno de los segmentos en donde tuvieron ciertas pérdidas en los últimos meses, todo ello provocado por el coronavirus y principalmente por la poca actividad económica que hubo.
