Aguascalientes.- Pese al riesgo de los contagios y a que se recomendó que no se hicieran eventos públicos, les valió gorro y la raza salió a convivir a diversos sitios con disfraces del Día de Muertos; incluso se vio gente en sus carros que repartían dulces a niños.
Visitas a restaurantes, cafés y reuniones en casa se dieron este fin de semana con motivo de la celebración de los fieles difuntos, hasta hubo chamacos que pasaron a pedir calaverita a negocios y sin portar el cubrebocas.
Algunos hicieron que su cubrebocas fuera parte del disfraz y lo decoraron como parte de la cara.
Aunque se nota que la gente le echa ganas con sus tradiciones, la verdad es que ahora está canijo con la propagación del COVID 19 y esto está cada vez más fuera de control para autoridades del gobierno y para quienes laboran en el sector salud. Está más complicado para familias que se confían y se contagian.