Aguascalientes.- Cada año es la misma historia, los sanjuaneros van dejando sus “rastros de fe” por las veredas que caminan para llegar a saludar a su Madrecita.
Los caminos, carreteras y brechas lucen hasta la madre de basura, a pesar de haber tambos colocados en diferentes puntos se les hace más fácil dejarlas aventadas a la buena de Dios.
Es bien sabido que hay mucha gente de buena voluntad que acude a los lugares por donde pasan los peregrinos y les regala desde agua, fruta, café, tamales, lonches y la raza peregrina va agarrando, pero al momento de que se termina los víveres deja tira la basura, sin importar la contaminación que provoca.