Aguascalientes, Ags.-Uno de los grandes problemas sociales y de las familias es el alcoholismo y la drogadicción, pero ya no sólo es por parte de los hombres, sino también las damitas empinan muy seguido y bien el codo, por lo que la situación es cada vez más difícil.
El vocero del Obispado de esta Diócesis, Felipe Gutiérrez, dijo que algunos que no pueden con la carga moral de ser tan borrachines y llevar tanto problema a su casa, se deciden a jurar por tres meses y hasta por un año que no volverán a tomar como barril sin fondo.
“En algunos templos como en donde yo estoy, el papelito indica que deben señalar si se comprometen a no tomar vino o drogas, pero hay algunos que cruzan los dos cuadritos”.
El problema es que la gran mayoría en cuanto termina su promesa vuelven con más enjundia a dar de besos a la botella y esto se hace un cuento de nunca acabar.