Aguascalientes.- A montones de chavos adictos se les dificulta salir de las drogas por la zona en la que viven, pues el entorno ya está muy dañado y vuelven a las andadas, por lo que les cuesta un friego retomar una vida “normal”.
“Hay casos donde ese vínculo con ellos se rompió, porque el contexto donde viven es bastante desfavorable para ellos y su recuperación y más cuando son mayores, ya que ellos toman la determinación de no regresar”, mencionó la subsecretaria de Gobierno, Claudia Ortega.
Aunque algunos jóvenes que han estado en los Centros Reintegra sí logran salir adelante, pero gracias en gran parte al apoyo de sus padres, quienes deciden internarlos en otros espacios para que sigan el tratamiento.