- Dos hermanos a los que les rentaba dicha nave lo mataron de un balazo en el cuello al cobrarles el alquiler
- Los sospechosos ya fueron detenidos por agentes de la Fiscalía General del Estado
Un empresario de la Ciudad de México fue asesinado de un balazo en el cuello y enterrado en una fosa en una nave industrial de una empresa en el Parque Industrial del Valle de Aguascalientes (PIVA), en el municipio de San Francisco de los Romo, y tras una rápida investigación agentes ministeriales de la Policía de Investigación Criminal lograron la captura de sus dos presuntos victimarios.
El empresario privado de la vida fue identificado como Manuel Rafael Ramírez Gutiérrez, de entre 40 a 45 años de edad, ultimado en una nave industrial ubicada en la calle Municipio de Calvillo en el PIVA.
Fue asesinado por los hermanos José Pablo Salinas Jiménez y el ingeniero Javier Salinas Jiménez.
El primero fungía como director financiero de “Econ Saex” y el segundo como ingeniero de proyecto de dicha empresa, con domicilio en la avenida Convención de 1914 Sur número 915 del fraccionamiento Santa Elena.
Los dos resultaron ser hijos del ingeniero Víctor Salinas Marín, director general de la citada empresa “Econ Saex”, dedicada al arrendamiento de espacios logísticos, transportación terrestre, administración y control de inventarios, arrendamiento especial, comercio exterior y carga aérea.
EL CRIMEN
De manera extraoficial trascendió que el lunes 10 de noviembre, Manuel Rafael, empresario de la Ciudad de México y dueño de algunas naves industriales en Aguascalientes, llegó a esta ciudad para cobrar la renta de la nave localizada en la citada calle Municipio de Calvillo en el PIVA, que alquilaba a los hermanos José Pablo y Javier.
Presuntamente, los consanguíneos le debían varios millones de pesos al capitalino y, al parecer, le habían hecho una transferencia “fantasma”, por lo que el empresario vino a Aguascalientes para cobrarles.
Manuel Rafael se presentó en la nave industrial y al estar discutiendo con los hermanos presuntamente José Pablo le dio un balazo en el cuello y le quitó la vida.
El cuerpo del empresario fue colocado dentro de una bolsa en color negro y arrojado a una fosa de aproximadamente dos metros de profundidad, cubriéndolo con tierra, gravilla y piedras.
Enseguida, los hermanos hicieron una cimbra de varillas y contrataron una revolvedora para cubrir la fosa con cemento.
Por último, sobre ese espacio construyeron una oficina con tablaroca con la intención de que nunca fuera descubierto el cadáver.
LOS HERMANOS FUERON DETENIDOS
Familiares de Manuel Rafael, al ver que no volvió a la Ciudad de México ni tenían noticias suyas, viajaron a Aguascalientes para reportarlo como desaparecido en la Fiscalía General del Estado, que emitió un boletín de búsqueda.
Agentes de la Unidad Especializada en Materia de Localización de Personas iniciaron las indagatorias correspondientes, logrando conocer por voz de los familiares del empresario, entre ellos su esposa, que había venido a cobrar el alquiler de una nave industrial en el PIVA.
Los elementos, junto con agentes de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos de Alto Impacto de la Policía de Investigación Criminal, ubicaron a los hermanos José Pablo y Javier, con quienes se reuniría la víctima.
De manera extraoficial trascendió que la madrugada del jueves 14 de noviembre los investigadores cumplimentaron una orden de cateo en la casa marcada con el número 64 de la calle Frontera en el fraccionamiento residencial El Campestre, donde detuvieron a José Pablo y Javier, además de que aseguraron un arma de fuego escuadra, con la que habrían asesinado al empresario.
Aparentemente, los hermanos ofrecieron dinero a los agentes ministeriales para que no los detuvieran, pero fueron arrestados por cohecho y presentados ante el agente del Ministerio Público.
LOCALIZARON A LA VÍCTIMA
Los hermanos Salinas Jiménez fueron interrogados sobre la desaparición de Manuel Rafael y éstos confesaron que lo habían asesinado en la nave industrial que les rentaba y ahí mismo lo enterraron.
La Fiscalía Estatal obtuvo una orden de cateo otorgada por un juez de Control y Juicio Oral para registrar dicha nave industrial.
En el operativo para darle cumplimiento participaron elementos de la Agencia Estatal de Investigación Criminal y de la Policía de Investigación con apoyo del Grupo K9 y elementos del cuerpo de Bomberos del Estado.
Con herramienta especial y una retroexcavadora derrumbaron la oficina de tablaroca y tras retirar el concreto, la cimbra de varillas y la gravilla dieron con la fosa.
Un perro amaestrado dio con el lugar donde se encontraba el cuerpo enterrado, por lo que escarbaron en el sitio y lo hallaron dentro de la bolsa en color negro.
Elementos de Servicios Periciales lo trasladaron al SEMEFO, donde la necropsia reveló que el empresario murió de una herida producida por proyectil disparado por arma de fuego penetrante de cuello.