Sinaloa, México – Paisanos del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera ven “injusta y lamentable” la cadena perpetua más 30 años de prisión impuesta al capo nacido en el estado de Sinaloa, donde lo recuerdan como un bienhechor que daba trabajo y ayuda.
“Sinceramente, es un pesar para la familia de él y más que nada para los sinaloenses”, comentó Juan Carlos Hernández, comerciante de Culiacán, sobre la sentencia que un juez de Nueva York dictó contra Guzmán Loera por narcotráfico, después de un largo juicio en Estados Unidos tras ser extraditado desde México.
La sentencia generó una gran expectativa en Sinaloa, en especial en Badiraguato, el municipio del que es originario el Chapo, quien llegó a ser el capo del cartel de Sinaloa y estuvo considerado uno de los delincuentes más ricos del mundo.
Aunque ya se esperaba la condena de Guzmán Loera, la cadena perpetua fue recibida con angustia y expectativa ya que en algunas partes de Sinaloa se le recuerda como una persona de bien, pues gracias a sus ‘negocios’ le daba trabajo y sustento a muchas familias, tanto de la sierra sinaloense como de las ciudades.
“¡Todos, todos, tocamos dinero de ahí! ¿Por qué? Porque anteriormente había mucho trabajo, obras, pintura, había trabajo para todos y ahorita como está la crisis, sí afectó que le hayan dado cadena perpetua; muy lamentable”, expresó el comerciante.
Otras personas consideran que con la sentencia al Chapo, la violencia en Sinaloa -en mayo se registraron 81 asesinatos -podría empeorar, toda vez que aseguran que el capo controlaba la situación incluso desde la cárcel.
Por eso se teme que aumente el crimen ante una lucha por el control del territorio.
“Va a seguir igual o peor porque según yo, ya no van a andar sobre los narcos pesados. Y ahora se van a hacer ‘garras’ (peleas) entre ellos mismos, hasta peor, porque el Chapo tenía un poco controlada” la situación, señaló a Efe el ciudadano Marcos Herrera.
Para el Gobierno de Sinaloa, la de Guzmán Loera fue una sentencia largamente esperada pero que igual los tomó con asombro, por el final que tendrá el capo.
“Ya se veía venir (la sentencia), el proceso fue largo y afortunadamente aquí no pasó nada. Y esperemos a que continúe como en este momento” dijo a medios el secretario de Seguridad Pública de Culiacán, Óscar Guinto Marmolejo.
E insistió en que si bien no creen que se pueda recrudecer la violencia, siempre estarán atentos a cualquier situación que se pudiera presentar.
Aseguraron que el Chapo ya no es un factor de violencia en Sinaloa, porque desde su captura se mantuvo cierta estabilidad.
El Chapo fue capturado en enero de 2016, tras haberse fugado en 2015 de la prisión de máxima seguridad de El Altiplano por un túnel, en una huida de película.
“Esperemos que con todas las fuerzas federales que se encuentran aquí (Sinaloa) continuemos con esa tranquilidad relativa que tenemos”, expresó Guinto Marmolejo.
Ahora que ya se sabe que pasará el resto de sus días confinado en una celda, sin ver más a su familia, amigos o compañeros de la mafia, la expectativa será saber si aumentará o no la violencia en Sinaloa, concluyeron.
Diferentes analistas apuntan a que el Chapo ya podría estar en la cárcel de máxima seguridad del estado de Colorado, conocida como la “Alcatraz de las Rocosas”.
Esta prisión, ubicada 90 millas al sur de Denver, es de las más seguras del mundo y es conocida también como Supermax. Abrió sus puertas en 1994 para albergar a los reos más peligrosos y otros que representen amenaza para la seguridad nacional.
En la condena se estipuló que el capo deberá pagar una compensación de 12.666 millones de dólares por traficar con miles de toneladas de drogas hacia Estados Unidos.
Este jueves, el presidente de México dijo que “los bienes le corresponden a México legalmente y se va a revisar el asunto”.
No obstante, analistas consultados por Efe consideran difícil que sea México el que recupere enteramente la fortuna del narcotraficante, la cual además está en paradero desconocido.