Mala suerte o destino, como gusten ustedes llamarle, pero un hombre que logró salir del fresco para no contagiarse del coronavirus, murió víctima de una bala perdida.
El caso se registró en Ucrania, donde el ahora fallecido recibió su libertad como parte de las medidas de contingencia que incluyen liberar a algunos presos.
El mismo día que salió, su familia le organizó un cotorreo para celebrar que lo habían soltado.
Uno de los asistentes cargaba fusca y andaba de farol, cuando llegó el festejado quiso guardar el arma pero disparó sin querer y la bala fue a dar a la cabeza del recién liberado.
Bien dicen que cuando te toca, ni aunque te quites.