Washington.- Ed es un estadounidense de 63 años que vive solo en Washington DC y que afronta la crisis del coronavirus con 20 paquetes de papel de bañp en su casa. En una situación normal, sin una pandemia mundial, su comportamiento pudiera parecer “raro”, pero personas de todo el globo están actuando de la misma manera.
Aun así, éste jubilado asegura que intenta no acaparar demasiado por solidaridad con otras personas, en declaraciones a Efe a su salida de un supermercado del centro de la capital de Estados Unidos, donde las medidas de distanciamiento social por COVID-19 y las bajas temperaturas han hecho que haya menos clientes de lo habitual.
El temor y la ansiedad ocasionados por el coronavirus están haciendo que sea todo un reto conseguir en las tiendas papel higiénico, desinfectante para las manos y otros productos, no por problemas en la cadena de suministros, sino por el consumo compulsivo, que puede ser tanto racional como irracional.
COMPRAR POR PÁNICO
“Acaparar no es racional, pero abastecerse lo es”, aclara la psicóloga especializada en Consumo Kit Yarrow.
“Lo que estamos viendo principalmente, sabe, es una respuesta práctica a una situación difícil en que la gente está comiendo más en casa, está más en casa, necesita más cosas, sus hijos están en casa… Por lo que mucho de esto es muy práctico”, explica a Efe.
LA HORA DEL PAPEL DE BAÑO
Pese a que la gente está aprovisionándose de todo tipo de artículos como pasta, alimentos enlatados y productos de limpieza, llama especialmente la atención el papel higiénico, ya que en algunos países incluso han tenido que poner a guardias de seguridad en los supermercados para evitar escaramuzas y velar por el que se ha convertido en el bien más preciado en estos tiempos.
Para el psicólogo John Grohol, director ejecutivo de la web de salud mental PsychCentral.com, varios son los motivos detrás de esa “compra por pánico” de papel para el baño.
“No se estropea, por lo que no necesita ningún cuidado específico cuando se almacena a largo plazo; y la persona siempre lo puede usar en el futuro”, puntualiza.
A estos factores se suma que en el caso concreto de Estados Unidos. mucha gente pensaba incorrectamente que se fabricaba en China y temía que hubiera una limitación del suministro, pese a que la mayor parte se manufactura en territorio nacional.
“Por último, el papel higiénico es una necesidad simple en nuestra sociedad para llevar a cabo funciones diarias del cuerpo -concluye Grohol-. Puede que no sea mucho, pero para mucha gente proporciona un pequeño sentimiento de control de la situación hacer esta compra, en particular. Una persona está ‘haciendo algo’, incluso si no es mucho, para ayudar a estar preparados para una cuarentena de varias semanas”.