- Lo atacaron dos sicarios que escaparon en una motocicleta; recibió disparos en la cabeza y el rostro
Un hombre fue ejecutado con disparos de arma de fuego en la cabeza y el rostro tras ser agredido de manera directa en la cochera de su domicilio en el fraccionamiento La Ribera, en el municipio de San Francisco de los Romo.
Lo atacaron dos sicarios que viajaban en una motocicleta, en la que escaparon a toda velocidad y no fueron detenidos.
La víctima de homicidio fue identificada como Pablo Enrique Mendoza, de 58 años de edad.

Los hechos ocurrieron este sábado, minutos antes para las tres de la tarde, en la casa marcada con el número 130 de la calle Cajititlán, en La Ribera.
Los agresores arribaron al sitio a bordo de una motocicleta en colores negro y amarillo, y uno de ellos descendió para aproximarse al domicilio del quincuagenario, mientras que su cómplice lo aguardó en la unidad con el motor en marcha.
Al encontrar a Pablo Enrique en la cochera, el sujeto le disparó a corta distancia hasta en cuatro ocasiones y al verlo caer al piso regresó con su acompañante para abordar la “jaca de acero” y escapar hacia la avenida Ribera de Chapala.

Vecinos de la calle que escucharon las detonaciones dieron parte a los servicios de emergencia e instantes después arribaron paramédicos del ISSEA, que revisaron al agredido y confirmaron que ya no presentaba signos vitales.
A simple vista le apreciaron dos heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego, uno en la cabeza, a la altura de la sien del lado derecho, y la otra en la mandíbula.
Oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y de la Policía Municipal de San Francisco de los Romo se movilizaron al lugar de los hechos, resguardaron la zona y emprendieron la búsqueda de los atacantes, pero no los localizaron.
Poco después arribaron agentes ministeriales de la Policía de Investigación Criminal para comenzar las indagatorias del homicidio y elementos del Instituto de Ciencias Forenses y Servicios Periciales, que llevaron a cabo los trabajos de campo, recolectaron indicios y remitieron el cuerpo del ejecutado al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley.
