- Lo iban a detener por una orden de aprehensión porque había matado a un perro de un balazo
- Atacó y lesionó a un elemento con un gollete de botella y otro lo neutralizó
Dos agentes ministeriales de la Policía de Investigación Criminal abatieron de un disparo en el abdomen a un sujeto que atacó y lesionó a uno de ellos en un brazo con un gollete de botella al pretender detenerlo por una orden de aprehensión que pesaba en su contra debido a que había matado a un perro de un balazo.
El sujeto abatido fue identificado como Armando “N”, a quien un juez de Control le había girado una orden de aprehensión por el delito de atentados al equilibrio ecológico.
Los hechos sucedieron durante la tarde de este sábado en la calle Rancho La Juana de la citada localidad El Relicario, en el oriente de la ciudad.
A través de publicaciones en las redes sociales algunas personas reportaron la muerte de un can de nombre “Groby”, que era muy querido en esa comunidad, a causa de un disparo de arma de fuego.
Señalaron que el responsable era un sujeto identificado como Filiberto “N”, a quien denunciaron en la Fiscalía General del Estado, que inició la carpeta de investigación CI/AGS/13767/05/25.
En su publicación, los quejosos indicaron que “…vecinos afirman que no es la primera vez que mata animales y que presume tener varias armas y estar bien parado…”.
“Hoy exigimos justicia para Groby. Porque permitir la violencia contra los animales es abrir la puerta a la impunidad”.
Con base en la denuncia ante el agente del Ministerio Público, los agentes de la PIC iniciaron las investigaciones del caso y lograron identificar a Armando como el probable responsable de la muerte del can.
El fiscal solicitó a un juez de Control una orden de aprehensión en su contra, que le concedió por el delito de atentados al equilibrio ecológico.
Este sábado, los dos elementos del Grupo de Mandamientos Judiciales de la Policía de Investigación Criminal se trasladaron al Relicario para cumplimentarla y detener al requerido.
Los agentes ministeriales ubicaron al acusado y tras identificarse como tales se acercaron para detenerlo, pero Armando sacó de entre sus ropas un gollete de botella y con éste hirió a uno de los policías en el brazo izquierdo.
El atacante intentó volver a lesionarlo, por lo que el otro agente investigador, al ver en peligro la vida de su compañero, tomó su arma de fuego de cargo y le disparó a Armando, a quien impactó en el abdomen.
El sujeto cayó al piso boca abajo y los elementos confirmaron que ya había fallecido.
Aún así, solicitaron refuerzos y al lugar acudieron otros agentes ministeriales así como oficiales de Seguridad Pública y paramédicos del ISSEA, que revisaron a Armando y verificaron que efectivamente ya no presentaba signos vitales.
Además, brindaron los primeros auxilios al agente lesionado con el gollete de botella.
El escenario de los hechos fue resguardado hasta que arribaron elementos de Servicios Periciales, que llevaron a cabo trabajos de campo, recolectaron indicios y finalmente trasladaron el cuerpo del abatido al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia.
