- La mamá y el padrastro del menor asesinado a golpes fueron capturados tras permanecer prófugos 26 años
Tras permanecer prófugos de la justicia durante 26 años, finalmente fueron detenidos la madre y el padrastro del “niño del contenedor”, el menor de 4 años de edad que fue asesinado a golpes y su cuerpo abandonado dentro de una caja de cartón en un contenedor de basura en la calle 28 de Agosto, en el Barrio de la Estación.
La Fiscalía General del Estado confirmó la detención de Liliana Lucero Mercado y Francisco Javier López González, madre y padrastro del pequeño Dhilan Randall Mercado González.
Unas versiones indicaban que los prófugos fueron localizados y capturados en Estados Unidos, mientras que otras señalaban que fueron aprehendidos en Chetumal, Quintana Roo, por lo que en un avión eran trasladados a Aguascalientes para que respondan por el crimen que en su momento conmocionó a todo Aguascalientes.
Las investigaciones que realizó la Fiscalía Estatal para esclarecer el homicidio revelaron que Dhilan Randall nació en 1995 y que fue hijo de la mencionada Liliana Lucero Mercado González y Andrés Amador Garrido, aunque él no lo reconoció.
Cuando Dhilan contaba con tres años de edad, Liliana Lucero se casó con Francisco Javier López González en el municipio de Huachinango, Puebla, aunque luego cambiaron su residencia a Jalpa, Zacatecas.
Liliana y Francisco Javier procrearon otros tres hijos.
El pequeño Dhilan Randall, en su corta existencia, vivió un verdadero infierno ya que su padrastro Francisco Javier lo golpeaba constantemente, de lo cual su mamá Liliana Lucero se daba cuenta, pero nunca hizo nada por protegerlo.
La abuela materna de Dhilan, Araceli González Becerra, al conocer las golpizas a su nieto, trató de obtener su custodia, pero sin éxito.
La pareja y sus hijos desaparecieron de Jalpa y se mudaron a Nochistlán, Zacatecas, donde vivieron algunos meses para luego cambiarse a Teocaltiche, Jalisco.
Los malos tratos para Dhilan continuaron, ya que su mamá y su padrastro lo hincaban durante varias horas sobre unas piedras y por las noches lo bañaban con una manguera en plena calle, por lo que los vecinos lo escuchaban llorar todos los días.
Aparentemente, fue en este municipio jalisciense donde Francisco Javier terminó por asesinar a Dhilan por las constantes golpizas que le propinaba.
Su cuerpo lo amarró y lo envolvió en un mantel con diseños navideños y una colcha con flores para luego depositarlo en una caja de cartón de Huevos San Juan.
El viernes 11 de noviembre de 1999, Francisco Javier viajó a Aguascalientes y afuera de la Central Camionera, a las 07:25 horas, abordó un taxi conducido por Jesús Muñoz Macías, que lo condujo hasta la calle 28 de Agosto, en el Barrio de la Estación, donde, al filo de las 07:55 horas, encima de un contenedor de basura, abandonó la caja con el cadáver de Dhilan, que solamente vestía una camiseta de los 101 Dálmatas.
El sujeto se dio a la fuga y posteriormente un pepenador descubrió el cuerpo del niño dentro de la caja, así como una navaja con manchas de sangre y bolsas de basura, lo que provocó la intervención de las autoridades ministeriales.
Una familia solicitó la adopción simbólica de Dhilan para poder darle sepultura.
Durante varios años se siguieron varias pistas para tratar de identificar a la víctima hasta que finalmente se estableció que se trataba de Dhilan Randall Mercado González, convirtiéndose su mamá y su padrastro en los principales sospechosos de su asesinato.
Liliana y Francisco Javier fueron buscados prácticamente en todo el país e incluso en Estados Unidos y finalmente, 26 años después, han sido capturados.