- Sicarios lo atacaron en horas de la madrugada y escaparon en una camioneta, sin que fueran detenidos
Un individuo conocido como “El Alejo” fue ejecutado a balazos en su domicilio en la comunidad Los Arellano, al sur de la capital, por unos sujetos que llegaron y escaparon en una camioneta, por lo que no fueron detenidos.
El homicidio se consumó durante la madrugada de este miércoles y familiares de la víctima mortal dijeron desconocer los motivos de la agresión.
“El Alejo” fue identificado como Alejandro Jiménez Alanís, contaba con 37 años de edad, era de oficio ladrillero y vivió en la calle Adobes número 3 en Los Arellano.
En esa dirección, además, venden abarrotes y cigarros.
Alrededor de las 02:20 horas cinco sicarios llegaron al lugar a bordo de una camioneta, cuatro de los cuales descendieron y llamaron a la puerta de la casa.
Pese a la hora, “El Alejo” decidió abrir y cuando lo hizo le dispararon de manera directa, por lo que cayó herido sobre una cama.
Logrado su cometido, los agresores regresaron a la camioneta y en ella se dieron a la fuga a toda velocidad.
La pareja de Alejandro, de 38 años de edad, fue testigo del ataque en su contra y al verlo lesionado solicitó ayuda a los servicios de emergencia.
Oficiales de la Policía Estatal fueron los primeros que llegaron al sitio y confirmaron la agresión armada, por lo que pidieron la presencia de los paramédicos de la Cruz Roja, que arribaron instantes después en la ambulancia AGS-021 y al revisar a la víctima confirmaron que ya no presentaba signos vitales.
A simple vista le apreciaron una herida de bala en el pecho, del lado izquierdo.
Además, en el lugar se encontraron, por lo menos, dos casquillos percutidos, por lo que el escenario del crimen fue resguardado.
Elementos de la Policía Municipal también se trasladaron al lugar y emprendieron la búsqueda de los responsables de la ejecución, pero no los localizaron.
Agentes ministeriales de la Policía de Investigación Criminal quedaron a cargo de las indagatorias correspondientes para esclarecer los hechos, aunque los familiares del finado les indicaron que no sabían el por qué lo asesinaron.
Elementos de la Dirección General de Investigación Pericial procesaron el lugar del homicidio, recolectaron la evidencia y trasladaron el cuerpo del abatido al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia.