California, EE.UU.- Plácido Domingo, que ha sido acusado por nueve mujeres de presunto acoso sexual, es la última estrella de la música clásica en sumarse a la lista de señalados por el movimiento #MeToo.
Leyenda de la ópera y estrella mundial de la música clásica, el tenor español fue acusado por ocho cantantes y una bailarina por presunto acoso sexual, según un reportaje de la agencia The Associated Press publicado el lunes.
Domingo, que es el director general de la Ópera de Los Ángeles (LA Opera) desde 2003, respondió asegurando que creyó “siempre” que todas sus “interacciones y relaciones” con mujeres eran “bienvenidas y consensuadas”.
“La gente que me conoce o que ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que dañe, ofenda o avergüence a nadie”, aseguró.
La mezzosoprano Patricia Wulf, una de las mujeres que ha acusado a Domingo, se ratificó este martes, en declaraciones a Efe, en sus alegaciones contra el tenor y aseguró tener “un testigo que respaldará esto”.
Aunque el movimiento #MeToo comenzó en 2017 a desvelar acusaciones por abuso y acoso sexual en la industria del cine, con presuntos agresores tan conocidos y mediáticos como el productor Harvey Weinstein o el actor Kevin Spacey, sus denuncias pronto llegaron a otros ámbitos públicos como la política o el deporte.
También la música clásica vio con consternación y preocupación cómo algunas de sus figuras más reverenciadas se veían salpicadas por acusaciones de delitos sexuales de todo tipo.
Uno de los casos más mediáticos en relación al #MeToo y la música clásica fue el James Levine, que fue durante 40 años director de la Metropolitan Opera de Nueva York y que fue despedido en 2018 como director emérito de esta compañía después de que la institución musical encontrara “pruebas creíbles” de acoso sexual a lo largo de su carrera.
Levine, que había rechazado estas acusaciones, se querelló contra esta decisión y, finalmente, el director estadounidense y la Met Opera llegaron a un acuerdo judicial la pasada semana para no continuar con las demandas cruzadas que se habían interpuesto por el despido.
Por su parte, el suizo Charles Dutoit, que era director de la Filarmónica de Londres (RPO, por Royal Philharmonic Orchestra, en inglés), abandonó su cargo en 2017 tras ser acusado de cometer durante un periodo de quince años abusos sexuales contra cuatro mujeres.
No obstante, la carrera de Dutoit se recuperó de estas acusaciones, que él había negado, y en 2018 firmó por la Filarmónica de San Petersburgo para ser el director invitado principal de esta prestigiosa orquesta rusa.
Otro maestro que se vio envuelto en un escándalo es el italiano Daniele Gatti, que fue despedido en agosto de 2018 de la Orquesta Real del Concertgebouw de Ámsterdam después de que varias artistas le acusaran públicamente de presunta conducta sexual “inapropiada”.
Gatti contestó a las acusaciones diciendo que es “ajeno a cualquier comportamiento al que pueda referirse con el término acoso, ya sea psicológico o sexual” y aseguró que cada vez que se acercó a alguien lo hizo “siempre completamente convencido de que el interés es mutuo”.
El italiano fue contratado cuatro meses después por el Teatro de la Ópera de Roma, donde se desempeñará como director musical hasta el 31 de diciembre de 2021.
Finalmente, en EE.UU. también fue muy comentado el caso de William Preucil, violinista y concertino de la Orquesta de Cleveland, una de las instituciones de música clásica más importantes del país, que fue despedido de su puesto en 2018 por presunto acoso y comportamiento sexual fuera de lugar.
EFE